Se celebran anualmente en honor a San José. Comienzan a finales de febrero con la crida desde el balcón de la Casa de la Vila. A diferencia de las fallas de Valencia, destaca la visita mutua de las falleras y falleros en pasacalle para ver todos los monumentos de la ciudad, teniendo su culminación en la cremà.
Para hacer una breve historia de las Fallas en la Vall d'Uixó debemos retroceder al año 1982, año en que se plantó el primer monumento fallero en la Plaza Buenavista. Se formó la primera Falla como una asociación o agrupación vecinal y cultural, Fue un grupo de vecinos llamados "Pepes" (La mayoría se llamaba José o Pepe) los que de manera improvisada formaron la primera asociación fallera de la Vall d'Uixó. Y fue el primer paso de esa tradición tan valenciana. Aquel primer monumento se le dio el nombre de Falla "Pensat i Fet".
En el año 1987 se constituyó la segunda comisión fallera de la Vall d'Uixó, la Falla "L'Ambient", nombre propuesto porque se ubicaba en una zona urbanística de nueva creación, donde estaba todo "el ambiente" de tiendas, bares y zonas de ocio de la ciudad.
En el año 1991 se plantaron por primera vez en la Vall d'Uixó, las ya tradicionales Cruces de mayo. Eso sí, cruces de mayo referentes al mundo fallero, porque antes del año 1936 ya se plantaban cruces en la ciudad, pero no eran las comisiones falleras las encargadas de ello. Fueron las Fallas "Pensat i Fet" i "L'Ambient" las que iniciaron esta tradición, recordando de esa manera que el marzo siguiente, en ese mismo lugar donde había una cruz, se volvería a plantar un monumento fallero.
Las dos Fallas fueron conviviendo, aunque no fue hasta el año 1994 cuando se formó una nueva comisión de falla, la Falla "La que Faltava", que plantó su primer monumento en el año 1995. La Falla "La que Faltava" era la tercera comisión fallera de la ciudad, y como su nombre indica, era "la que faltaba" para que se pudiera constituir una Junta Local Fallera en Vall d’Uixó.