Gastronomía


Ser una provincia montañosa bañada por el mar dota a Castellón de todos los ingredientes para una muy rica y variada gastronomía.

LA GASTRONOMÍA EN ZONAS DE COSTA

El arroz, las verduras, el pescado y el marisco son los elementos básicos de la cocina de nuestra costa. Difícilmente se entiende una celebración de cualquier tipo, sin la emblemática paella.

La paella valenciana, la paella marinera, la paella mixta, el arròs a banda, el arròs negre (recibe este nombre por la tinta del calamar), la paella de verduras, el arroz caldoso, el arroz al horno, el arroz con col, son platos que tienen a este cereal como elemento básico.

El pescado blanco y azul, en todas sus variedades, y el marisco pueden degustarse en todo Castellón y son innumerables las recetas que tienen como base el exquisito sabor de los frutos del mar.


LA GASTRONOMÍA EN ZONAS DE INTERIOR

La tradicional matanza del cerdo, celebrada en enero, era antiguamente la base del sustento de las gentes del interior de provincia. Todavía hoy tiene lugar en muchos hogares siendo todo un ritual y punto de partida de muy variados platos. El jamón y los embutidos, bien curados, son los productos estrella elaborados tras la matanza.

Las longanizas, butifarras, las frituras y los guisos de toda clase, son protagonistas en la inmensa mayoría de las cocinas. También son muy conocidos los tradicionales tombets, elaborados a base de carne y acompañados con caracoles de montaña (muy típicos y sabrosos), setas (abundantes en nuestros pinares) y verduras.

Especialmente típica de nuestra provincia es la olla, que tiene muchas variedades; en algunos casos, producto de la tradicional matanza, junto con un buen número de verduras.

Otro plato obligado de la provincia es la carne a la brasa, mayoritariamente procedente del cordero, que pasta en lugares en los que abundan las hierbas aromáticas, y el ganado vacuno que se cría abundantemente en las zonas de interior. Las clásicas chuletas braseadas o el jugoso ternasco son platos de primera magnitud e indispensables en cualquier mesa durante todas las estaciones del año.


NUESTRAS FRUTAS Y VERDURAS

La fruta más extendida en las tierras castellonenses es, por supuesto, la naranja, y con ella, las frutas de la huerta: manzanas, cerezas, peras, melones... muy diferentes según la estación del año.

Especialmente conocidas son las cerezas de la zona del Palancia y Espadán, de exquisito sabor; estas dos comarcas son ricas en frutales de secano que forman parte importante de su economía.

La huerta castellonense, extendida de norte a sur a lo largo de la costa, ha dado a la cocina una aportación decisiva. Aquí se consumen diariamente las más variadas hortalizas; que en muchos casos son, incluso, base de una alimentación suave y natural que supone el eje de lo que popularmente se conoce como "dieta mediterránea". La alcachofa de Benicarló, con denominación de origen es un buen ejemplo de ello.


LOS DULCES

Existe también una honda tradición pastelera y de repostería, siempre presente en cualquier mesa.

La variedad de pastas saladas es notoria, con modalidades distintas según los municipios. Suelen presentarse rellenas de verduras, carne e incluso en ocasiones, marisco.

Las pastas dulces son típicas en fechas señaladas como Pascua, fiestas de agosto, fiestas locales o Semana Santa. Se suele combinar la pasta con nueces, cabello de ángel, boniato, requesón y otras variedades.

Existen casi tantas modalidades de pastas como poblaciones hay en la provincia de Castellón, a cuál de ellas más sabrosa, y en la mayor parte de los casos, propias de cada celebración a lo largo del calendario anual.


LA BODEGA

Pero además, Castellón es tierra de buenos vinos y en los últimos años, la producción y elaboración cuidada de buenos caldos procedentes de nuestras vides ha aumentado, conservándose también un excelente vino afrutado, aromáticas mistelas, anisados, como absentas y cazallas hechas a base de distintas combinaciones y licores, entre los que el más conocido es el Carmelitano que elaboran los padres carmelitas en sus bodegas de Benicàssim.