Si avanzamos por el Barranco de Ajuez, nos encontramos con una presa que nos permite almacenar agua para el riego de la huerta del mismo nombre. Pasada la presa, la pista se adentra en un lugar encajonado que destila el agua que ha dado nombre a La Fuente Fresca. En el término se encuentran en buen estado muchas de las sendas que se utilizaban para acercar los vecinos a los campos de cultivo. Adentrarse por estas sendas es encontrarse con la naturaleza en estado puro: flora y fauna nos deparan agradables sorpresas.