Iniciada poco después de la conquista de la población, conserva el muro de la portada y la propia portada, como exponentes de la primitiva iglesia de repoblación. A mitad del siglo XV un incendio destruye la iglesia, y el papa Eugenio IV, a petición de la reina María de Castilla, concedió indulgencia plena a los donantes para la reconstrucción de la iglesia. A finales del siglo XVII se cubren las capillas laterales con ladrillos y yeso.

Entre 1725 y 1739 el templo se amplía y transforma, cambiando su orientación, y construyendo una nueva cabecera, con sacristía, y capilla de la Comunión, mientras, la capilla de la Comunión se finalizó el 7 de septiembre de 1743.

El campanario se construyó en 1862 según el diseño del arquitecto Vicente Martí.

De gran sencillez, esta iglesia, datada de 1234, responde en origen a la típica iglesia de reconquista. Está sobre los restos de la antigua mezquita árabe.

En el Museo Parroquial se encuentran soberbias piezas de orfebrería de la época Pontificia.

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