La Serratella

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La Serratella

La Serratella

Históricamente, formó parte de la Encomienda de Les Coves de Vinroma y con ella fue señorío de Blasco de Alagón entre los años 1235 y 1242. Posteriormente, fueron los templarios los que se ocuparon de gobernar la villa. En los archivos y anotaciones de la carta puebla de Albocácer consta que en un principio la villa se denominaba Sierra de Biarach. Por la primera mitad del siglo XVI, cogió la denominación de Sarratella de Biarach y no fue hasta el último tercio del mismo siglo cuando se oficializó el topónimo de Sarratella. Los indicadores demográficos de la villa han ido creciendo durante toda su historia hasta llegar a superar la barrera de los 700 habitantes en los primeros años del siglo XX. Desde 1900 la población se ha ido reduciendo constantemente hasta llegar en la actualidad a 93 personas empadronadas. Su situación geográfica y su orografía sedujeron a los colectivos prehistóricos. Muy cerca del cerro dónde está ubicada la ermita existió un yacimiento del epipaleolitico. Además, en varias partidas de su término se han descubierto pinturas rupestres que forman parte del arte rupestre levantino, declarado Patrimonio de la Humanidad.

Medio Social

Las actividades económicas están dedicadas a la agricultura y ganadería. La agricultura está basada tradicionalmente en la agricultura de secano, con predominio del cultivo del olivo y almendro. La ganadería se basa en el pastoreo y en granjas porcinas y avícolas principalmente. La escasa industria se encuentra relacionada con la agricultura y el aceite.

Recorrido urbano

La Sarratella es una población pequeña, que se recorre con mucha facilidad. Durante el recorrido se puede observar la armonía que guardan entre si las casas, la tranquilidad de sus gentes y el verde oscuro del paisaje montañoso que se puede contemplar casi desde cualquier zona del pueblo. Pese a ser un pueblo de reducido tamaño los lugares de interés que podemos encontrar son muchos y bastante variados: El edificio del antiguo horno, con claras trazas medievales. El torrente, situado en la parte baja de la localidad, cuyo conjunto está formado por una fuente, un abrevadero y unos lavaderos. El ayuntamiento inaugurado en 1958 con unos porches que limitan la parte publica de la parte común de los ayuntamientos de la época medieval. La ermita de San Juan y la Iglesia de San Miguel, donde se encuentra un frontal del altar de terciopelo verde en el que se puede ver bordado a San Miguel luchando contra el demonio.

Paisaje

El paisaje es muy montañoso, con grandes desniveles que facilitan unas impresionantes vistas hasta el mar. Predominan las encinas y matorrales perfumados con romero, tomillo, lavanda y otras plantas aromáticas. El clima es fresco y agradable en verano contrastando con el frio invierno. El pueblo se sitúa a unos 800 metros de altitud aunque el punto más alto del término se sitúa a 937 metros donde se encuentra la ermita de San Juan Nepomuceno con una vista panorámica inmejorable.