Enmarcado en la sierra del Toro que le da nombre, una estribación de Javalambre con alturas importantes como el puntal de Magaña, que superan los 1.600 metros de altitud, el entorno invita a realizar recorridos para descubrir toda su biodiversidad y legado histórico.
Un paseo por esta población con encanto rural, desde la plaza de la Iglesia, permite ver los restos del castillo medieval de planta irregular con la ermita de San Miguel en su interior y la potente torre del homenaje declarada Bien de Interés Cultural (BIC). La casa consistorial de 1570 con su pórtico de tres arcos también declarada BIC o la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (s. XVII) con bóveda de cañón con lunetos, pilares con capiteles toscanos y torre campanario son otros edificios destacados, además de la Fuente del Járiz y las ermitas de Santa María y San Roque o el puente medieval, en las inmediaciones de la sierra del Toro, las fuentes de la Tejería y El Campillo con áreas recreativas y el paso de la vía verde de Ojos Negros.