Situado sobre el río Mijares, se llamó así para diferenciarlo del puente de Santa Quiteria construido a finales del siglo XIII. Por la rambla de la Viuda pasaba un puente que se vino abajo. El 12 de septiembre de 1776 el Ayuntamiento acordó reparar los puentes del término. De este modo en 1784 se coloca la primera piedra del Pont Nou, para mejorar las infraestructuras viarias. En puente es un gran viaducto, realizado en sillería. Presenta en los pretiles bancos para el descanso. Tiene trece luces en arco de medio punto; una moldura que recorre el puente separa el muro que forman los pretiles de los arcos. Tiene cuatro tajamares con torreón, los restantes son agallonados, tanto aguas arriba como aguas abajo. En los extremos hay lápidas rectangulares de mármol, en que se hace referencia a la construcción del puente. Para medio de desagüe se utilizan gárgolas. Se concluyó el 28 de agosto de 1790. Realizado en estilo neoclasicista, un antecedente inmediato sería el puente de Segovia de Madrid. Su autor fue Bertomeu Ribelles, quién tuvo una estrecha relación con la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. Cabe señalar que también fue el director de las obras de la carretera de Castellón a Valencia.

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