Barranc de la Valltorta
El Barranco de la Valltorta es un paraje del Maestrazgo, Tírig, Albocásser, Cuevas de Vinromá, en el que se concentran importantes valores culturales y ecológicos.
Hace miles de años sus habitantes, los creadores del Arte Rupestre Levantino, pintaron en sus cuevas y abrigos escenas de la vida cotidiana y de sus mitologías. Contemplándolas podemos componer aspectos de la vida de unas sociedades que vivieron en un paisaje apenas degradado. Pero su transformación se aceleró en época histórica. La sobreexplotación de la madera de los bosques, la apertura de claros para favorecer el nacimiento de pastos y la roturación de tierras para la agricultura, formaron un paisaje humanizado. Hoy los elementos distintivos de la Valltorta son sus pinturas rupestres levantinas, la arquitectura rural en piedra seca, un variado entorno biológico y su Museo. Un museo que actúa como centro de acogida del visitante, proporcionándole información sobre los aspectos más interesantes de la Valltorta.
La visita al Barranco de la Valltorta posee un doble interés. En primer lugar, la contemplación de las pinturas es un reflejo de las preocupaciones religiosas y de los modos de vida de unos hombres que empezaron a pintar en las paredes de sus abrigos hace unos siete mil años. Por otra parte al acercarnos a un paisaje humanizado, modelado por los sistemas tradicionales de explotación agrícola y ganadera de los que se conservan interesantes vestigios arquitectónicos, como barracas, cenias y azagadores. A pesar de la influencia del hombre sobre este paisaje, la Valltorta es un ecosistema con una variada vegetación y con especies como el águila perdicera (Aquila fasciata) o la cabra montés (Capra pyrenaica).
En la Valltorta se conocen 21 abrigos con arte Levantino, una manifestación prehistórica que se extiende por la zona oriental de la península Ibérica , desde Huesca y Lérida por el norte , hasta Murcia y Albacete por el sur , con una excepcional concentración en la Comunidad Valenciana. En los abrigos de la Valltorta se pintan figuras humanas y animales con gran naturalismo, más acusados en los últimos, siempre en color rojo con diversas tonalidades.