Esta ermita, dedicada a San Antonio de Padua, estaba situada origilamente a extramuros de la antigua villa medieval amurallada. Se considera que sirvió, en aquellos tiempos, como refugio para las personas que no podían entrar dentro de la población. Se desconoce el momento de su construcción, aunque se sabe ya de su existencia en el año 1784, cuando se construyó un horno en sus proximidades, a día de hoy desaparecido.
La ermita es de planta cuadrangular, construida con paredes de mampostería, mortero y sillares regulares, destacando la ausencia de ventanas en todo el edificio. La cubierta es a dos vertientes, en teja morisca y rematada por una espadaña de piedra. La entrada se ubica en una puerta adintelada de sillares sobre la que se puede observar un arco de descarga. Por último, su interior está dividido en dos espacios a través de un arco de medio punto que separa los fieles del altar. La decoración utilizada es la pintura al fresco sobre un rebozado de cal, pudiendo destacar los rosetones del arco, la cruz de la falsa cúpula interior y las escrituras oratorias, decidadas a San Antonio de Padua.
Datos
- 12186 La Salzadella