Ubicada en Cap i Corb junto al litoral, entre la torre vigía y el caserío.
Se dice que es éste el mismo lugar donde en 1690 un vecino de Alcalà, Bartolomé Conesa, encontró una imagen de San Antonio de Padua traída a la playa por las olas. Para honrar al que sería patrono de la villa se construyó en 1773 esta ermita por iniciativa del presbítero Gabriel Ebrí, quien cedió los terrenos de su propiedad. Fue bendecida el 19 de enero de 1774. Actualmente se encuentra en buen estado y mantiene culto regular. 

Datos

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Se llega por el camino d'Atall que pasa a escasos metros del edificio o por el camino de Cap i Corb.