En honor al Santo Sepulcro, la Virgen de Montserrat y San Roque se celebran el segundo domingo de octubre. Su origen arranca en la tradición de dar las gracias a los patronos al finalizar la recolección de las cosechas estivales. Durante los festejos son típicos los toros de calle, las comidas de hermandad y las verbenas. El domingo festivo se celebran la misa y los actos en honor a San Roque, el lunes, se dedica al homenaje a la Virgen de Montserrat y el momento grande de la fiesta se vive en martes festivo, que está dedicado al Santo Sepulcro. Durante este día se celebra una misa mayor en honor al santo y concluye la jornada una solemne procesión hasta la Ermita con el traslado de la imagen por costaleros tras recorrer con la participación de todo el pueblo, las principales calles del municipio.