Fiestas Virgen de la Balma
Cada 8 de septiembre, centenares de fieles viajan hasta este santuario tan especial para vivir los actos que conmemoran la aparición en el siglo XIII de la Virgen de La Balma .
Un pastor manco de Sorita quedó deslumbrado en la cueva por una extraña luz que salió de la piedra para bendecirle y obrar el milagro de devolverle el brazo. El pastor trasladó a los vecinos de Zorita el voto de devoción y protección que desde hace ocho siglos veneran a la Virgen de La Balma. En la procesión nocturna, que tiene lugar el día 7 por la noche, los quintos llevan la imagen de la Virgen, en llegar al pueblo, a Las Eras, donde un pastor le da la bienvenida con una loa.
En este lugar, las danzas de “Les Llauradores”, “Les Gitanetes” y “Els Negrets” forman la procesión que llevará la Virgen hasta la iglesia del pueblo. En la puerta de la iglesia, otro pastor leerá una loa antes de entrar. El día 8 de septiembre, a primera hora, sale la procesión hacia La Balma (procesión que antiguamente se realizaba toda a pie).
A la puerta de la iglesia, un ángel lee una loa y seguidamente se forma la procesión según el siguiente orden: encabezada por el “dolçainer” y el “tabaleter”, les siguen la danza de “Els Negrets”, la danza de “Les Llauradores” y, finalmente, la danza de “Les Gitanetes”. A la llegada a la Cruz Cubierta, las Danzas comienzan los bailes, pero aparece el “Dimoni de La Balma”, que no quiere dejar pasar la procesión, vestido con el tradicional traje del diablo del que cuelgan serpientes, culebras y sabandijas. En este momento tiene lugar la famosa representación de la “Lucha del Angel y el Diablo”, que ganará finalmente el ángel, pudiendo continuar la procesión hasta La Balma. Antiguamente, se formaban cuatro danzas: la Danza del Pastor, la Danza de “Els Negrets”, la Danza de “Les Llauradores”, y la Danza de Las Vírgenes. Actualmente, se conservan todas excepto la Danza de Las Vírgenes.