La antigua prisión, justo al lado de la iglesia, en la calle Cavallers ha funcionado como tal durante toda la historia hasta la guerra civil, cuando algunos combatientes republicanos estuvieron encerrados allí a la espera de que vinieran a por ellos y los trasladaran a distintas cárceles. Estos fueros sus últimos “inquilinos”. Posteriormente, y por un breve tiempo, fue utilizado como escuela para las niñas (los niños iban a la primera planta del edificio del ayuntamiento, hoy consultorio médico). Actualmente, se utilitza como lugar emblemático donde se realizan diferentes eventos culturales como: charlas, exposiciones de pintores, presentaciones de libros, exposiciones de fotografía, exposiciones micológicas.…