La Ermita de San Vicente se encuentra situada en un enclave, donde antiguamente se concentraba el ganado, lo que afianza que en sus cercanías se encuentre una balsa de agua dulce llamada la “Bassa d'Albert” y pastos de cultivo. De esta manera, la Ermita de San Vicente, entronca con la tradición ganadera de la localidad. De reducidas dimensiones y marcado sabor popular, la ermita, de planta rectangular queda rematada por una bóveda de cañón. A través de un porche flanqueado por dos columnas sin orden específico accedemos a la entrada compuesta por tres arcos de medio punto. En su interior se encuentra una talla de madera con la imagen del santo.

La zona de la ermita se ha convertido en un espacio de recreo, que lo convierte en el lugar idóneo para ir a pasar una jornada de auténtico contacto con la naturaleza.

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