Las fiestas se celebran el primer fin de semana de agosto, iniciándose el sábado por la tarde con la ofrenda de flores a la Virgen, amenizada por el tabalet y la dolçaina, y verbena nocturna.
El domingo después de la despertà, la banda de música recorre el pueblo para recoger a las Camareras y acompañarlas hasta la iglesia, para asistir a la misa en honor a la Virgen de los Desamparados. Al finalizar, se efectúa un pasacalle con las Camareras, que bailan unos pasodobles a los que se suma el público asistente.
Los actos finalizan con la procesión de la Virgen de los Desamparados, en la que destaca el hecho de que la imagen de la Virgen sea portada a hombros por mujeres.
