Se trata de los restos del recinto amurallado que se construyó en 1840, durante la primera guerra carlista, para salvaguardar la población de los ataques del ejército carlista (por lo que, quizás, debamos denominarla "muralla anticarlista"). Su construcción es de tapial y se pueden observar restos de aspilleras. Está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).