El Ayuntamiento de El Toro es un edificio que responde a una tipología del máximo interés dentro de las construcciones civiles que surgieron a finales de la Edad Media y principios del Renacimiento. Se trata de un edificio que aúna la representación y funciones de los nuevos poderes civiles, la casa de la Villa o Ayuntamiento, junto a un espacio, la lonja, destinado a albergar una actividad en auge: el comercio. Está construido en sillería y mampostería con un único volumen de gran rotundidad y de tres plantas. En la planta baja recayente a la plaza se ubica la lonja, junto con un pósito de grandes dimensiones y una cárcel. En las dos plantas superiores se encuentran el salón de sesiones, junto con el resto de dependencias municipales. La fachada principal, de influencia clasicista, es de gran belleza y sobriedad donde destacan los tres arcos escarzanos dovelados apoyados sobre columnas de fuste troncocónico. Las ventanas son adinteladas, estando compuestas ordenada y simétricamente. Otros Ayuntamientos con la misma tipología y que se encuentran declarados Bienes de Interés Cultural, con categoría de Monumento, en la Comunidad Valenciana son los de Forcall y Alcoi. El edificio fue construido en 1576, según reza en piedra tallada en su fachada. Responde a una necesidad social aparecida en la surgente civilización del renacimiento motivada por los nuevos procesos económicos y culturales de las ciudades. El progreso de la sociedad civil, con la aparición del comercio y los poderes políticos que lo protegían, necesitaba de nuevos espacios donde representar sus funciones. Por una parte, los mercaderes buscaban el lugar más concurrido de la población: la plaza, donde poder ser vistos con facilidad. De esta circunstancia nace la llamada “lonja”. Salvador Lara define la lonja por tres de sus características: -Es un edificio o parte de él, con tendencia a la autonomía compositiva, generalmente abierto y alzado, construido con el resultado de una estructura diáfana, modulada y eminentemente destinado al uso comercial. -Los ejemplos se encuentran repartidos por las ciudades de la zona e influencia del Mediterráneo italo-franco-español, aunque pueden trascender este límite y, proliferaron entre los siglos XIII al XVII, alcanzando mayor esplendor en el XV. A la lonja se le adhieren con gran frecuencia los espacios necesarios para las funciones de los poderes civiles de la población, dando lugar a esta tipología de edificios de doble uso, lonja y casa de la villa. En El Toro la lonja se encuentra encastrada y alineada con la calle, mediante el vaciado de la planta baja del edificio destinado a Ayuntamiento. En la segunda crujía de esta planta se encontraba una escalera central que la comunica con plantas superiores, hoy desaparecida, y los espacios destinados a cárcel y a pósito o banco de labradores. La entrada a la planta primera o noble del ayuntamiento, cubierta por un porche con grandes bancos de piedra a los lados, se realiza desde la plaza donde se encuentra el templo. Desde ésta se accede al salón de sesiones, en el que destacan dos grandes columnas de sillería, donde apoyan dos grandes vigas de madera, y el resto de dependencias municipales. Junto al porche, colindante con el muro trasero del Ayuntamiento y recayente a la plaza de la iglesia se encuentra un edificio, hoy destinado a casa del médico. Desde éste mediante una escalera de reciente construcción se accede a la tercera planta o cambra del Ayuntamiento. La lonja se desarrolla en un pórtico de tres arcos rebajados, es rectangular de dimensiones interiores aproximadas de 13,50 m x 5,50 m. Los arcos, dovelados, de 3,50 m de luz y 1,50 m de flecha, se apoyan sobre columnas de talante dórico, con basa, fuste y capitel de piedra. La altura total de la planta baja es de 4,00m. Constructivamente el edificio está formado por pórticos planos a base de muros de carga de mampostería enfoscada de dimensiones variables entre 50 y 60 cm. El resto de los cerramientos exteriores se realiza con la misma técnica. Los forjados son planos con viguetas de madera y revoltón. El pósito, al igual que la sala se cubren con pilares octogonales de piedra que soportan jácenas de madera para apoyar el forjado. La cárcel se cubre con bóvedas vaídas. Los arcos exteriores están formados por dovelas de piedra caliza. La planta baja presenta la cantería bien trabajada, mientras los muros de las altas se convierten en mampostería, remarcando los huecos con sillares. Los pavimentos están formados por grandes losas de piedra irregulares. Su fachada principal presenta una composición simétrica, formada por el pórtico de sillería de tres vanos a base de columnas en planta baja y separada de las plantas superiores por un grueso baquetón Tiene tres grandes ventanales desde donde se pregonaban las ordenanzas o despachos de los señores que gobernaban la población. Sobre la fachada se encuentra un blasón de la villa y los restos de otro. El pósito o banco de labradores estuvo en funciones hasta las primeras décadas del siglo XX. La sala de actos o juntas mantiene el uso primigenio y el espacio destinado a calabozos, se utilizó hasta la guerra civil de 1936. En sus sótanos cabe destacar un pasadizo que comunica la casa consistorial con la iglesia de la Virgen de los Ángeles. En los años 90 del siglo XX, se comenzó la búsqueda de un escondrijo del que se conocía su existencia, en el edificio consistorial. Se localizó por encima de los lavabos. Aparecieron veinticinco legajos de los siglos XV al XIX, además de gran cantidad de registros sobre el pósito y un arca de tres llaves. Partes integrantes: La Lonja, el Ayuntamiento, el porche de acceso, el escudo heráldico de la población y la inscripción del año 1576 en piedra sillar.
Datos
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