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Paraje Natural Municipal Ermitorio de la Magdalena


Castellón de la Plana

El ámbito territorial del Paraje Natural Municipal Ermitorio de la Magdalena comprende terrenos pertenecientes al municipio de Castellón de la Plana. La zona propuesta, de 14,05 ha. de extensión, se considera que reúne valores paisajísticos, recreativos y culturales que justifican su declaración como tal.

El ámbito del Paraje se corresponde con el cerro en cuya cima se sitúa el Ermitorio de la Magdalena, a 111,3 m. sobre el nivel del mar. El cerro aflora sobre la llanura litoral de la Plana de Castellón y cabe encuadrarlo en el ámbito de los relieves de la Serralada del Desert de les Palmes, del cual formaría las primeras estribaciones. El estudio estratigráfico revela que está formado por calizas del Cretácico inferior (Cretácico Inferior Aptiense Gargasiense), que emergen entre los sedimentos del Cuaternario que forman la Plana de Castellón.

En cuanto a la vegetación cabe indicar que buena parte del cerro dispone de una cubierta arbórea formada por pinar, bajo el cual aparece un sotobosque formado por matorral mediterráneo termófilo. Se trata de antiguos bancales de cultivo dispuestos concéntricamente alrededor de la ermita y el castillo, que han sido recolonizados por la vegetación silvestre, de lo que da testimonio el hecho de que aún permanecen algunos ejemplares de olivos y algarrobos. Al norte del cerro hay una ladera con orientación de solana desprovista de arbolado y con escasa cubierta vegetal debido a la abundancia de afloramientos rocosos.El pino carrasco (Pinus halepensis) es la especie dominante en la zona arbolada. En el resto abundan especies termófilas propias del matorral esclerófilo sobre substrato calcáreo: coscoja (Quercus coccifera), palmito (Chamaerops humilis), lentisco (Pistacea lentiscus), romero (Rosmarinus officinalis), etc. La influencia antrópica en la zona es muy marcada y se traduce en la presencia, como ya se ha mencionado, de especies derivadas de la agricultura tradicional y de especies introducidas por su carácter ornamental o por haber tenido algún posible aprovechamiento, como la pitera (Agave americana) o la chumbera (Opuntia ficus-indica), ambas de origen exótico.

Respecto a la fauna, de entre las especies que es posible encontrar en el paraje, merecen destacarse las siguientes: entre la herpetofauna destaca la presencia de cuatro especies protegidas: el sapo y la rana comunes, el lagarto ocelado y la culebra bastarda. Además, encontramos el galápago europeo, catalogada como especie vulnerable; entre las especies de aves se destacaría la presencia de la alondra común, el arrendajo y el triguero, todas ellas catalogadas como protegidas. Otras tres especies de aves presentes en la zona se clasifican como tuteladas: el gorrión común, la cotorra de Kramer y el estornino negro. En cuanto a los mamíferos se encuentran las siguientes especies protegidas: musaraña gris, lirón careto, el erizo europeo, la garduña, el tejón, la comadreja y la ardilla roja.

El cerro donde se sitúa el Ermitorio de la Magdalena y el Castillo constituye un importante referente paisajístico en el entorno del municipio, junto a los ya más imponentes relieves del Desert de les Palmes.Desde su cima se dispone de una amplia panorámica de la planicie costera y del litoral de Castellón, ofreciendo en días claros magníficas vistas.

En cuanto al patrimonio arqueológico hay que citar la existencia en el ámbito del paraje del yacimiento de La Magdalena. En las proximidades del Paraje, en un radio inferior a 1 km., se localizan otros cinco yacimientos. El yacimiento de La Magdalena se sitúa en la cima del montículo. Se trata de un perímetro amurallado que corona la cima y entre el que se intercalan algunas torres de planta circular. En el interior de este perímetro afloran restos intermitentes de alineaciones, la mayor parte de ellas de estructura cuadrangular. Se adscribe al periodo del Bronce.

No obstante, los hitos patrimoniales más destacables existentes en el Paraje y que, a su vez, constituyen sus inequívocos elementos de identidad son el castillo, origen de la ciudad actual, y la Ermita de la Magdalena. Se trata de un lugar en el que se constata la ocupación humana desde el neolítico. Los restos del castillo son de origen islámico, datando sus orígenes en los siglos X u XI. Debió ser tributario de El Cid, pasando en el siglo XII a los Almorávides, siendo reconquistado en 1233. El traslado de la población al llano fue autorizado por el Rey Jaime I en 1251 a su lugarteniente Ximén Pérez d’Arenós, fundándose la ciudad en 1252. El castillo se dispone de forma escalonada adaptándose a la forma del cerro. La fábrica es de tapial y mampostería al modo de las técnicas de construcción árabes. La Ermita de la Magdalena está excavada en la roca. En el siglo XV (1455) se construyó el pórtico, en 1456 la capilla, y a finales del mismo siglo se llevó a cabo el establo. En 1758 el maestro Vicente Pellicer le dio la configuración actual de ermita hospedería y torre adosada. En uno de sus muros interiores encontramos pinturas murales, que algunos autores fechan en el siglo XIV. El entorno del Castell Vell y el Ermitorio de La Magdalena tiene una importancia muy grande para los castellonenses como espacio de uso público con múltiples funciones: lugar de culto, de esparcimiento, de disfrute paisajístico y de conocimiento del patrimonio cultural. En este sentido, hay que destacar sobre todo el día de la romería de las cañas, en el que una gran multitud se congrega en el lugar y sus alrededores.

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